Monday, February 26, 2007

Steinstrasse

Al caminar por Manhattan pienso en ti varias veces al día y a la hora. Un cuaderno en el escaparate de una tienda, una escultura en la 5ª avenida... Y te imagino riendo, sonriendo, seria, melancólica, alegre, pensativa... Construyo imágenes, pequeños fragmentos de realidad que te reflejan. E imagino que nos besamos delante de un Motherwell o de un Pollock como antes lo hicimos ante Munch o Picasso. Recuerdo trenes al mar del norte, o paseos en bicicleta por el Georgarten cuando camino por "Central Park". Todos estas ideas se cruzan en mi mente en medio de esta gran empresa que es la búsqueda del círculo. Quizás la única razón por la que lo busco eres tú. Quizás el Círculo existe solo por ti. Y pienso estas cosas de camino a casa tras otro día infructuoso, cargado de indicios pero carente de certezas. El mismo ascensor desvencijado, la misma puerta, el ruido de las cañerías y la cama. Sobre ella un sobre. Me da un vuelco el corazón. Distingo tu letra. Empiezo a leer tu carta, me emociono,... la vuelvo a leer, la vuelvo a leer, la vuelvo a leer, la vuelvo a leer...

Thursday, February 15, 2007

Zeitgeist


Cuál es "el signo de los tiempos", cuál es su "altura", me pregutaba mientras miraba a lo lejos, al puente. La "altura de los tiempos" pensé, mientras comenzaba a nevar en Nueva York. El cansancio se había apoderado de mí la tarde anterior. Decidí seguír caminando cerca del río en dirección a Times Square en dónde sabía que podría adquirir una carta de navegación, esencial teniendo en cuenta las dimensiones de la ciudad.

Wednesday, February 14, 2007

After the night


Dormir en Nueva York en invierno es una experiencia diferente a lo que puede significar hacerlo en Berlín, París o Madrid. Nueva York, la ciudad de las experiencias nuevas, distintas aunque sean las mismas. La ciudad en dónde tres inician a cantar en un vagón del metro "I've got sunshine" y acaba cantando el vagón entero. Rápidamente entendí el porqué de "Música de cañerías" como título de un libro











( http://www.amazon.com/gp/reader/1412059666/ref=sib_dp_pt/102-4691075-2902544#reader-link )
Al salir de la habitación tuve la ocasión de saludar a algunos miembros de su distinguida clientela y aunque cada uno de ellos tenía algo absolutamente importante que decirme la búsqueda me aguardaba y salí a la calle en dirección al río. Con cierta impaciencia, casi corriendo en parte por el frío en parte porque sí, encontré un objeto cuyo valor se mostró incalculable tras realizar ciertas operaciones matemáticas. Habían construido, quien sabe que civilización venida de que planeta, un santuario a su alrededor. Al acercarme sólo pude leer incripto sobre la base que sostenía la esfera la siguiente incripción:"Present from Italy". Posteriormente descubrí que el creador de esta maravillosa metáfora de la ciudad y del mundo la había creado un señor llamado Arnaldo Pomodoro.
( http://www.fondazionearnaldopomodoro.it/)
Alguien que andaba por el mundo con un apellido de color rojo, apto para pizzas, pan "tomaca" o para hacer zumo debía de ser una persona extraordinaria. Algo turbado por este descubrimiento seguí mi rumbo hasta el río, en dónde vinieron a mi mente las palabras de alguien que también estuvo aquí ...







( http://www.palabravirtual.com/index.php?ir=ver_poema1.php&pid=9344 )

Tuesday, February 13, 2007

Manhattan rooms


Al salir del palacio del oráculo, alejado de su influencia mística, me encontré de nuevo con el caos de piel y cañerías que es Manhattan. De repente noté el cansancio de una eternidad sobre mi espalda. Entonces recordé las palabras de ese otro viajero incansable, con el que tantas conversaciones en diferido había mantenido y
( http://bukowski.net/vault/wallclockNEW.jpg )
entonces, sólo entonces, me di cuenta de algo que había pasado completamente desapercibido hasta entonces. La ciudad tendía lenta, pero, al parecer, inexorablemente, a regular los flujos de energía de sus habitantes. Ella te controla y marca los ritmos de la propia cotidianeidad. Una música casi imperceptible que se manifiesta especialmente en la marabunta de taxis amarillos que como el miedo huían de Time Square con sus ocupantes destinos a otros planetas (en el lenguaje de Nueva York nos referiríamos a Brooklyn o incluso a New Jersey) o en los miles y miles de desconocidos que se tropiezan y se piden perdon en una lengua que no es la suya cada instante en la ciudad de Nueva York.

Monday, February 12, 2007

Conversación con el oráculo


Al aproximarme a él me reconoció de inmediato. "Ey men, could ya gif mi a dime". Evidentenmente, yo tenía la fortuna de cierta información, de ciertos datos que me otorgaban una clara ventaja sobre los demás viajeros ya que mi permanencia aquí tienen un fin, una finalidad que existía antes incluso de saber que había un lugar en el mundo llamado New York. Debo reconocer, si quiero presevar cierta honestidad en la exposición de los hechos, que al inicio no era capaz de entender el mensaje oculto tras la críptica sucesión de palabras. Durante un rato lo estuve observando atónito mientras el no cesaba de repetir "Please men, gif me ya a dim" hasta que me di cuenta que tenía la clave literalmente delante de mis narices. El oráculo, que como todos sabemos no puede comunicarse mediante lo que nosotros en nuestro mundo decadente denominaríamos un lenguaje formal. Como en el "glasperlenspiel" de los antiguos la simbología es el auténtico lenguaje. Tenemos que liberarnos de la dictadura "semántico-racional-cognitiva" tan rudimentaria que usamos en la cotidianeidad para acceder a ese mundo platónico de ideas y de "S O M B R A S", como nos habían enseñado los antepasados ilustres que asistieron al banquete de las ideas. Como decía, la clave del mensaje, el criptograma que permitía girar la rueda que nos abriría las puertas del conocimiento se agitaba delante de mí. El oráculo movía hacia arriba y abajo un bote de sopa "Campbell" con algunas monedas dentro. "Eso es", me dije, no sin antes depositar 20 $ en la lata, hay que buscar al creador, al iniciador de la posmodernidad plástica, al gran "Warhol". Él es la puerta que me conducirá al círculo...

Sunday, February 11, 2007

Entrevista con el oráculo de Manhattan

Sin embargo, pensó recordando las palabras de su amigo Scoville (http://books.google.com/books?vid=0BEjl6aBFirYZQvp&id=tg0CAAAAQAAJ&pg=RA2-PA212&lpg=RA2-PA212&dq=manhattan+five+points+date:1700-1900&as_brr=1), sería de gran ayuda encontrar a alguien que pudiese orientarme en esta búsqueda y de golpe le vino a la mente la existencia de un lugar llamado "Waverley House" en en downtown. Sabía de alguien llamado Asa que quizás pudiera darle alguna pista. Finalmente, se encaminó hacia el lugar con la esperanza de encontrarlo antes del anochecer.

Efectivamente, en el 1501 de Broadway se encontraba el lugar. Le sorprendió la completa ausencia de medidas de control para entrar en el edificio. Al contrario, una multitud se apresuraba a entrar y a salir del mismo con total indiferencia. La gente caminaba decidida, aunque no supiesen donde iban. La cuestión era irradiar una imagen de autosuficiencia e indiferencia. Al entrar me perdía miles de veces, y me reencontré una sóla vez cuando escuche el mensaje del oráculo urbano llamado Asa. En medio de la muchedumbre, lanzando su mensaje, adivinando a todos el porvenir, contándoles lo que el futuro les deparaba a aquellos que lo quisieran estudiar. Sin embargo, sólo unos pocos lo escuchaban. Los demás, los más, pasaban sin siquiera advertir su presencia, sin llegar a imaginar que en aquel mismo instante el oráculo les estaba abriendo las puertas al libro más antiguo de la humanidad en el cual están escritas todas las vidas venidas y todas las vidas por venir. En el el cual todo lo que está por pasar y todo lo que puede llegar a ser se refleja en maravillosas letras del color olvidado. Quizás, pensé, la aventura de encontrar el círculo sea más difícil de lo que creía en una ciudad donde la memoria dura lo que dura un noticiario.

Saturday, February 10, 2007

The strange story of the circle of eternity

Dedicado a F.S.

Primer Capítulo - Llegada a "Grand Central Terminal", la puerta.

Aunque los detalles eran claros, cuando llegó a la Gran Estación Central descubrió porqué las cosas serían más difíciles de cómo inicialmente las había imaginado. Sabía que se trataba de un círculo en el cual se dibujaban los diferentes caminos que tomaban las vidas de todos los seres vivientes. Una cosa así no sería difícil de encontrar, pensó.
Sin embargo, no había contado con que "los alrededores" del círculo mágico serían algo mayor de lo que él hubiese jamás imaginado. Las enormes torres de cristal auguraban una búsqueda difícil.


Le habían dicho que tendría que encontrar el "triángulo de las verdades inconclusas". Si hallaba este objeto, significaría que el círculo mágico se encontraba cerca. Decidió dejarse llevar por su intuición y empezo a caminar...
(Mañana segundo capítulo, hihihihi)